DURO ¿FELGUERA?



Nuestro paisaje no sería el mismo, incluso nuestra forma de ser tampoco, sin la instalación en nuestro valle, de la que fuera la primera siderurgia del país, la Sociedad Metalúrgica Duro Felguera. Animada, por la cercanía del carbón, el agua en abundancia y al calor de la revolución industrial, transformó un territorio, en el que el verde de las laderas dejó paso al negro de las minas y al gris de los altos hornos.
Hoy, después de más de cien años de historia, e incumpliendo los compromisos para con esta tierra, el consejo de administración del Grupo Duro Felguera, dirigido por Juan Carlos Torres Inclan a las ordenes del máximo accionista Juan Gonzalo Alvarez Arrojo, que cuenta sus beneficios en millones de € y a pesar de reconocer que tienen una excelente situación de cartera y contratación del grupo, pretenden dejar morir los talleres industriales en Langreo: Felguera Melt y Felguera Construcciones Mecánicas, dejando casi 300 familias en el paro.
Intentan que sea el capitulo final de una serie de arbitrariedades y despropósitos, para abandonar por completo su actividad en la localidad a la que se lo debe todo. En apenas dos años, han trasladado las oficinas a Gijón y los talleres/almacenes a Llanera, de Plantas Industriales, Felguera Montajes, y Montajes Eléctricos Industriales, empresa langreana desde el año 1968 y que fue adquirida por DF en el año 2007.
La intención no es otra, que centrarse en los Servicios y en la Ingeniería, líneas que ya se han llevado. Y abandonar la actividad industrial que es lo poco que nos queda aquí. Así, en el taller de Barros, en el que se firmó un Expediente de Regulación de Empleo en el año 2006, sólo se cumple del mismo la destrucción de empleo, incumpliendo el compromiso, de carga de trabajo y de inversiones para modernizarlo. Por otro lado en Felguera Melt, al calor de la crisis se presenta un ERE por falta de pedidos, cuando es conocido que empresas de la competencia mantienen su actividad.
Ya a nadie, le puede caber duda sobre la falta de compromiso del Sr. Areces para con las comarcas mineras, nos considera “tierra quemada”. Y es que esta operación se desarrolla con la complicidad del Gobierno Regional que subvenciona su salida.
No podemos esperar más, es necesario organizar la respuesta. Llamamos a la solidaridad con los trabajadores/as de FCM y Felguera Melt, en la lucha por la defensa del empleo y por un plan industrial que garantice el futuro de estos dos talleres.

jmzapico@asturias.ccoo.es


Octubre Rojo


Conmemoramos en este mes, el 75 aniversario de uno de los episodios más emblemáticos de nuestra historia, no en vano por muchos comparado con la comuna francesa y/o rusa; la revolución de octubre de 1934. Apenas diez días en los que los trabajadores/as asturianos/as y con especial protagonismo, los mineros de la cuenca, tomaron el cielo por asalto e intentaron acabar con los privilegios de unos pocos y la explotación laboral de los más, y con ello implantar un régimen de fraternidad e igualdad.
Un intento que nació con vocación de desarrollarse en todo el Estado, pues surgió como respuesta a la entrada en el Gobierno, de ministros de la Confederación Española de Derechas Autónomas, a semejanza de los regímenes fascistas de Alemania y Austria, y que tan sólo tuvo visos de hacerse realidad en nuestra tierra, principalmente, fruto de la preparación política desarrollada en los meses previos y de la respuesta unitaria de todas las organizaciones obreras, sin excepción.
Héroes y heroínas, baste nombrar a Aida de la Fuente, de carne y hueso, que lo dieron todo, incluso la vida, por conseguir una existencia digna y dejar un mundo mejor a las generaciones venideras.
Setenta y cinco años después, el 09 de octubre, aprovecharemos la inauguración oficial de la Calle que llevará el nombre de Marcelino Camacho en Langreo, para rendir sincero tributo a toda aquella generación, que como Marcelino y Josefina, han pasado toda una vida dedicada a pelear por la seguridad del ser humano, desde que nace hasta que muere, y todo sin pedir nada a cambio.
Un legado, que debemos explicar y extender, pues la sociedad en la que vivimos es mucho mejor que la de aquel de entonces, gracias tan sólo a ellos/as. Y no, al Rey, ni al mercado, ni a politiquillos de salón y ni mucho menos a un Dios, cuya iglesia siempre, que vienen mal dadas, se alía con el poderoso.
Y todo ello, ahora que hace veinte años de la caída del muro de Berlín, con el que los mercaderes del sistema, aseguraban el fin de la historia, y con ello, el fin de la lucha de clases. ¡Que cosas! Que se lo cuenten al pueblo palestino, a los subsaharianos/as en nuestras fronteras, o a los/as casi cinco millones de parados/as que nos ha traído esta crisis.
jmzapico@asturias.ccoo.es