MEMORIA HISTORICA.

     Se acaba de celebrar el treinta y cinco aniversario de la matanza de los abogados laboralistas de Atocha. Uno de los episodios más dolorosos de nuestra historia reciente, con el que la ultra derecha española trataba de truncar el tránsito “democrático” del franquismo al sistema político actual.
    Fueron meses de terrorismo fascista, con cientos de muertos y heridos. En esta ocasión, asesinaban a sangre fría a cinco militantes del PCE y de las Comisiones Obreras, por hacer sindicalismo, por defender derechos laborales de los trabajadores/as e impulsar espacios de libertad y democracia.
    Y así se dejó atrás la dictadura, a golpes. Lejos del modelo idílico que nos quieren vender. No fueron los llamados “padres de la Constitución” sino los hijos e hijas del pueblo, los que con su sangre y dolor, venían peleando desde el mismo día en el que “cautivo y desarmado el ejército rojo” Franco hacía de España su cortijo, violando la legalidad democrática de la II República.
    Para comprenderlo, os recomiendo la lectura del libro, de Gerardo Iglesias “Por qué estorba la memoria”. Narra, la creación, vida y muerte de la Guerrilla en Asturies. Héroes y heroínas, que no salen en la historia oficial, pues siempre la escriben los vencedores, pero sin los cuáles no se puede entender quiénes somos, de dónde venimos, pero sobre todo hacia dónde debemos caminar.
    Más en estos tiempos de amnesia y olvido, sin que se haya reparado la injusticia cometida con tantas personas, cuyos cuerpos siguen sin identificar en cunetas y caminos. Y en los que se consagra y santifica, la vida de quienes desde el poder, organizaron y justificaron tanta crueldad y terror.
    Se despide con honores, misa retransmitida por la televisión pública incluida, a Manuel Fraga Iribarne. Ministro franquista, que no se arrepintió de su pasado (con penas de muerte y torturas incluidas) y murió justificando el golpe de estado del 18 de julio.
Monumento a los abogados laboralistas de Atocha (Madrid)
    Así, es muy difícil homologar nuestro país a sociedades democráticas avanzadas. En otros países: Alemania, Italia, Chile o Argentina, se persigue y juzga a quienes, aquí se protege. Al juez Garzón, por intentar reparar tanto daño, se le sienta en el banquillo de los acusados, y lo hacen, los mismos, que hace 35 años mataron a nuestros compañeros. Triste aniversario.

jmzapico@asturias.ccoo.es