Nos encontramos ante el atentado más brutal contra los derechos de los trabajadores/as, en estos últimos treinta años. Traerá consigo más desempleo y más precariedad. Sustituirá los empleos estables y con derechos de los padres/madres, por trabajo precario de los hijos/as. Creando más desigualdad y legalizando la Dictadura del “te callas o te hecho”.
Son tres los ejes fundamentales: Despido libre y gratuito; privatización del Servicio Público de Empleo, y el poder absoluto para el empresario.
Abarata el despido, de 45 días por año a 33 días, por despido improcedente, con un tope de 24 mensualidades (si ya has cotizado 16 años, no generas más indemnización). Y generaliza el despido objetivo de 20 días de indemnización ampliando sus causas no sólo a pérdidas sino, también a disminución de ingresos y disminución de ventas durante tres trimestres. Aplicable en las Administraciones Públicas, por insuficiencia presupuestaria, para el personal laboral. Crea una nueva figura contractual con un año de prueba, en el que te pueden despedir sin causa y sin indemnización (también si estas embarazada). Y si estas nueve días, en dos meses, de baja es causa de despido objetivo.
Privatiza el SPE, pasando sus principales funciones a las Agencias Privadas de Colocación con ánimo de lucro, que te propondrán trabajos de menor cualificación y en “Laponia” para forzar sanciones con pérdida de la prestación por desempleo. Si la estas cobrando, te podrán obligar a realizar trabajos para la comunidad (ésto hasta ahora sólo pasaba con personas privadas de libertad). Y quién cobre prestaciones, tendrá preferencia para acceder a un puesto de trabajo, generando una discriminación con las personas que ya las han agotado y que probablemente tienen mayores necesidades y dificultades para encontrar empleo.
El convenio de empresa, podrá regular condiciones de trabajo peores que las establecidas en el convenio sectorial (incluidos horarios y salarios). Si no hay acuerdo en la negociación de un nuevo convenio, a los dos años, se te aplicará el de ámbito superior si lo hay, pero en su defecto la legislación básica del Estatuto de los Trabajadores y el Salario Mínimo. Se aumentaran tus funciones al desaparecer las categorías laborales y si hay disminución de ingresos o de ventas (no pérdidas) durante seis meses, el empresario podrá unilateralmente inaplicar el convenio.
A una agresión de este nivel hay que responder con la misma intensidad. Hay propuestas para salir de la crisis de otra manera, con un cambio de modelo productivo, con una reforma fiscal y financiera, y para conseguirlo el camino lo marca la movilización coordinanda, contundente y general.