La fusión de ayuntamientos ya esta aquí. En Grecia, Italia o Portugal, entre las primeras medidas que se tomaron ante la crisis económica fue la fusión de administraciones locales. En España, con más de 8.100 municipios, ha comenzado Galicia con la unificación de Oza dos Ríos y Cesuras, y ya se sabe, “Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar.
Desde nuestra organización, llevamos varios años reclamando que los cinco ayuntamientos actuales del valle se agrupen en uno solo, incluso antes de la crisis. Significaría tener mayores ingresos, una mayor cobertura y una mejor gestión de los servicios públicos, y sobre todo dar un paso fundamental para una mayor coordinación política y una planificación global del valle. Dejando atrás esta época de pelea desleal entre ayuntamientos. Incluso siendo del mismo color político, compiten entre si, por equipamientos, infraestructuras o empresas, fomentan rivalidades absurdas y mal gastan los escasos recursos que tenemos. Y han demostrado su falta de voluntad para apostar por la Mancomunidad.
En estos momentos es más evidente la necesidad de dar este paso. El ahorro económico puede ser importante en múltiples aspectos, lo que permitiría destinar ese dinero a mantener cuestiones sociales de primera necesidad y a fomentar políticas activas de empleo.
No significaría, ni mucho menos, que las casas consistoriales actuales tuviesen que desaparecer. Al contrario, los empleados/as públicos y los servicios actuales, se acercarían más aún si cabe al ciudadano/a. La identidad de cada localidad, es una cuestión cultural que no tiene porque difuminarse (yo voy seguir siendo salmerón) pero conviviría administrativamente con esa otra realidad que tenemos los vecinos/as de la cuenca que al pasar los túneles de Riañu o El Puertu Tarna, decimos que “ya estamos en casa”. Y habrá más o menos participación ciudadana en función del empuje de los vecinos/as y de la voluntad política del equipo de gobierno, como siempre.
Lo que si dicen los economistas, es que el tamaño del territorio tiene un valor. Y en este caso, el todo suma más que las partes, pues los municipios grandes en población crecen mucho más rápido que los pequeños.
Es un camino que debemos de recorrer pues, si se hace desde el consenso social y la planificación, esta lleno de oportunidades. Ahora bien, si esperamos a que nos lo impongan, en vez de ser parte importante de la solución, será un problema y grave