Autor: Rodrigo Martín Navas. |
Se
cumple el cincuenta aniversario de les huelgues de 1962. Uno de los episodios
más importantes en la historia del movimiento obrero, pues los mineros
asturianos iniciaron una movilización sin precedentes. Rebelándose contra condiciones
de trabajo infrahumanas, y anhelando espacios de libertad y democracia,
lograron provocar las primeras grietas en los muros de la Dictadura Franquista.
Tenemos
que traer al presente su ejemplo de lucha, no sólo por respeto y tributo a sus
protagonistas, sino sobre todo para seguir su camino, hoy contra la Dictadura de los
Mercados.
El
pasado 29 de marzo, desarrollábamos con gran éxito una Huelga General en
nuestro país, para dar respuesta a la reforma laboral más agresiva contra los
derechos de los trabajadores/as de los últimos treinta años. Además, la
enmarcamos en el inicio de una ofensiva para frenar a un Gobierno, a una banca
y a una patronal, insaciables, que quieren acabar con todo.
No
se conforman con que casi seis millones de personas estén al paro, no se
conforman con que se haya dado dinero público a la banca privada provocando el
famoso déficit, no se conforman con que el poder adquisitivo de los
trabajadores/as y pensionistas haya retrocedido de manera sangrante con el
aumento de un 45% de los precios desde la entrada del euro, no se conforman con
echar a las personas de sus casas, no se conforman con nada.
Ahora,
crean una amnistía fiscal para los ladrones que estos años han defraudado a la Hacienda Pública,
criminalizan cualquier tipo de resistencia pretendiendo introducir en el Código
Penal la desobediencia civil y pacífica como acto terrorista, quieren
privatizar la Sanidad
(pagar por los medicamentos, pagar por el uso de los servicios médicos) y la Enseñanza (más
alumnos/as por aula, menos profesores/as, subir las tasas para que nuestros
hijos/as no puedan ir a la
Universidad).
Quieren
cerrar la minería del carbón. Renunciar a nuestra soberanía energética,
haciéndonos dependientes de la energía nuclear y de terceros países. Crear más
paro y precariedad, hiriendo de muerte a las comarcas mineras que antaño dieron
riqueza y trabajo.
Por
todo ello, es imprescindible, que unidos golpeemos una vez más, por dignidad y
porque se lo debemos a los que tanto han luchado por nosotros/as. Demostremos
que la clase trabajadora es motor de cambio por un futuro mejor. Cantemos "Hay una luz en Asturias que alumbra España
entera y es que se ha levantado toda la cuenca minera…”
jmzapico@asturias.ccoo.es