Mina La Francia

 A mediados de los años noventa, coincidiendo con los procesos de reconversión de la minería española, comenzaban a consolidarse las multinacionales del carbón estadounidense en Colombia. Lo que en un principio fue motivo de alegría para el pueblo, pronto se torno, hasta el punto que la explotación del mineral los expulsa de su tierra.
            Un testimonio es el recogido por la Delegación Asturiana que visitó el departamento del Cesar este año, donde el gigante financiero Goldman Sachs tiene en propiedad la mina La Francia, allí los trabajadores les contaron: “Queremos que en Asturias sepan que este carbón que llega desde Colombia a El Musel se saca en condiciones que violan los derechos humanos y laborales”.
            Llevan más de cinco meses en conflicto, han despedido a 450 trabajadores por querer organizarse sindicalmente. Les adeudan salarios, cotizaciones, horas extras… Desarrollan su labor sin ningún tipo de seguridad y muchos con enfermedades profesionales, hasta que se mueren en la más absoluta desprotección. La solución de la autoridad laboral, ha sido ni más ni menos que militarizar la mina. Es un país en el que son innumerables las amenazas, atentados y asesinatos de dirigentes sindicales
            Asociado a ello, los daños medioambientales y la contaminación es brutal, e incluyen como “solución” el traslado forzoso de poblaciones enteras.
            Por ello, el carbón que se comercializa a las eléctricas desde Gijón, esta manchado de sangre. Porque una sociedad democrática no puede mirar hacia otro lado, en un mundo en el que se han globalizado los mercados, las finanzas, las comunicaciones,… pero no, los derechos laborales.
            Quiero exprésales nuestra más firme solidaridad, no están solos. No sólo porque los trabajadores/as que conocemos su situación la sentimos como en carne propia. Sino también porque son los mismos, los que a ellos les quitan la vida y a nosotros el empleo. Ya que es ese el carbón de importación que se vende aquí para cerrar nuestras minas. Aquel salé más barato en sus cuestas de resultados, simplemente porque lo roban, al no pagar ni compensar los daños que produce su explotación.
            El Gobierno de Asturias no sólo puede buscar negocios comerciales en Colombia sino que también debe de mediar en la defensa de los derechos humanos, y en este caso, pedir al Ministerio de Trabajo colombiano que intervenga para buscar una solución al conflicto.

jmzapico@asturias.ccoo.es