Finales
de agosto, siete y media de la mañana, y mi hijo al levantarse lo
primero que me espeta es que quiere ir al colegio. Aún no ha
cumplido los tres años y comenzará en septiembre como él dice “al
cole de los mayores”. Irá al Colegio Público Gervasio Ramos de
Sama que personalmente me trae tan buenos recuerdos.
Pero
¿Por qué a un guajín se le ocurren estes coses? No hay miedos, ni
pucheros, sino ¡ganas por ir al cole!. La razón la encuentro en el
trabajo excepcional realizado por las educadoras de la Escuela
Infantil de Primer Ciclo “Rapacinos”.
La
Educación Infantil permite conciliar la vida laboral y familiar,
pero sobre todo es un derecho de nuestros hijos e hijas. Y es que los
profesionales afirman, que la formación y el contexto en el que
crecemos, desde el nacimiento hasta los seis o siete años, es el
momento que determinará de manera más importante nuestra
personalidad y desarrollo posterior. De ahí que debamos darle la
importancia que se merece y se debería de potenciar para que tenga
carácter universal, con los recursos que sean necesarios.
Por
ello, el anuncio del Gobierno Regional de nuevos recortes sobre las
escuelas de 0 a 3 años, es una muy mala noticia. Las trabajadoras
llevan años denunciando la precariedad laboral que define sus
puestos de trabajo. Poca estabilidad y pequeños salarios. Plantillas
escasas y jornada laboral que no contempla las horas no lectivas… Y
ahora, más recortes de personal, que ponen en peligro ese carácter
educativo que deben de tener las Escuelas Infantiles, y de no
evitarlo las pueden convertir en simples guarderías.
No
lo consintamos, la educación nunca es un gasto ni es cuestión en la
que se pueda buscar ahorros, es una inversión que garantiza progreso
y bienestar para el futuro.
jmzapico@asturias.ccoo.es