ELECCIONES EUROPEAS

Los resultados de las elecciones europeas han sido un tsunami en la línea de flotación del bipartidismo. En el estado español o en Grecia una ola de ilusión. En algunos países como Francia o Inglaterra, una ola de xenofobia.
Lo que ha quedado claro es por un lado la apatía de una de cada dos personas que no ha ido a votar. Un dato muy preocupante, que denota el hartazgo y la poca calidad democrática del sistema parlamentario. Por otro que la mayoría social rechaza el pago de la deuda, los recortes y el desempleo.
En todo caso, un grito para demandar que lo urgente es crear empleo para los 26 millones de parados/as en Europa, más de cinco en España. Y que la ciudadanía no puede seguir pagando los errores de la banca privada. Una llamada al cambio de rumbo de las políticas económicas comunitarias y la necesidad de impulsar inversiones para crear empleo y mayor cohesión social.
El PP y el PSOE han perdido más de cinco millones de votos, un varapalo a sus políticas de austeridad. Y suben con fuerza Izquierda Unida – Izquierda Plural y Podemos, que confluyen en el mensaje de fondo por la regeneración política  y la democracia participativa, la soberanía del pueblo frente a la Troika – Alemania, contra la corrupción y contra la pobreza, y por la defensa de los derechos laborales y sociales de la ciudadanía.
Izquierda Unida más estructurada y con experiencia. Podemos, con formas más horizontales, mensajes comprensibles y con caras nuevas. Y en todo caso, afortunadamente obligadas a cooperar para construir (y ampliar) la Alternativa social y política de Gobierno, que necesitamos para salir de la crisis – estafa en la que nos encontramos. Y un buen primer paso es que ambas formaciones se integraran en el mismo Grupo Parlamentario, Izquierda Unitaria Europea, cuya cabeza visible es Alexis Tsipras de la Coalición Syriza de Grecia.
Me asquea el mensaje de la caverna mediática y política (Gabino de Lorenzo por ejemplo), intentando equiparar la intolerancia, la violencia y el clasismo del Frente Nacional en Francia o del neonazi NPD de Alemania, a este aire fresco en forma de movimiento democrático, pacífico y cívico que recorre nuestro país. Somos personas normales que queremos recuperar la política como servicio público, en el que se antepongan los derechos de las personas a los mercados financieros.


jmzapico@asturias.ccoo.es