El poeta chileno Pablo Neruda dejo escrito "Podrán cortar todas las flores,
pero no detendrán la primavera", y sus versos vinieron a mi mente por las
calles de Madrid, el pasado 22 de marzo cuando cientos de miles de personas,
contra viento y marea, se manifestaron libre y pacíficamente por lo más elemental:
pan, techo y trabajo.
Muchos/as de ellos llevaban semanas
caminando por todo el Estado español para, a través de su pasos, llamar a la
rebelión democrática contra un orden social tan injusto y tan inhumano como el
que vivimos. Y tenemos que estar orgullosos porque alguno/a de ellos son
vecinos/as de esta comarca. Hay que felicitarles por el esfuerzo, y agradecerles
que nos hayan traído de nuevo la primavera, cargada de dignidad.
Dignidad es lo que nos sobra para
defender estas comarcas mineras, pues ahora que el Partido Popular pretende
cerrar HUNOSA en el 2018, quitándonos prácticamente el último sostén de nuestra
economía, no lo podemos consentir. Se equivoca quién piense que esto es un
conflicto entre trabajadores/as y empresa, es un conflicto del conjunto de los
vecinos/as de las comarcas mineras por su futuro, y como tal responderemos para
evitar tan grave agresión.
Y con dignidad recorrimos la marcha
que realizamos en Sobrescobio, desde el Centro de La Fauna (5,300.000 €) y la
Casa del Agua (1 millón y privatizada), contra el cierre de equipamientos y el
despilfarro de recursos públicos. Por que no vamos a ser cómplices con nuestro
silencio de aquellos que no tienen voluntad ni capacidad política para ordenar
los recursos, planificar el territorio y apostar por unas comarcas mineras para
vivir y trabajar.
El 3 de abril también tenemos que
manifestarnos con dignidad, en Gijón para exigir inversiones y la paralización
de todas las políticas de austeridad.