SAHARA

Lo primero que te impresiona, al llegar a los campamentos de refugiados/as saharauis en el desierto de Argel, es el contraste entre la dureza del medio y la hospitalidad con la que te acogen. Aunque se ven obligados a vivir en un lugar donde no hay absolutamente nada, han desarrollado un nivel organizativo que les permite superar las dificultades. Así, garantizan la alimentación, hay escuelas, seguridad, hospitales… que a pesar de su pobreza material les permite vivir con la dignidad de un gran pueblo. Sobreviven fundamentalmente gracias a su firme voluntad de resistencia y a los lazos de solidaridad internacional que han logrado tejer. De ello, es buen ejemplo la Asociación Asturiana de Amigos del Pueblo Saharaui.
Ya son treinta y cinco años los que este pueblo vive dividido entre el exilio y las tierras ocupadas por Marruecos, demasiado tiempo para seguir esperando a una solución negociada, en forma de referéndum, auspiciado por la ONU, y que desde el “alto al fuego” en 1990 se viene demorando una y otra vez. De hecho, existen dificultades para seguir conteniendo más la situación. Son los más jóvenes los que muestran abiertamente las ansias por regresar al Sahara Occidental. De luchar abiertamente por el derecho a la autodeterminación de su pueblo.
Les duele, me duele, la actitud de los diferentes gobiernos del estado español que les han dado la espalda, a pesar de seguir siendo de “derecho” nuestro país, la potencia administradora del Sahara, de ser el único pueblo árabe que comparte nuestra cultura. Todo por anteponer los intereses comerciales con Marruecos, a quien se permite la ocupación de esta antigua “provincia”, les venden / donan armas, y se les da fondos para construir y mantener un muro de 2400 km a lo largo de todo el territorio saharaui, sembrado de minas antipersona.
Mientras esperan, gustan de largas conversaciones tomando té. El primero amargo como la vida, el segundo dulce como el amor, y un tercero, suave como la muerte. Y al respecto, nos contaban un chiste: al morirse, Marruecos irá al infierno, el pueblo español al cielo y ¿los saharauis?... Los instalaran en unos campamentos hasta que decidan que hacer con ellos.
Sin embargo, mi impresión es que antes, intentaran asaltar los cielos porque se les acaba la paciencia.
jmzapico@asturias.ccoo.es