Felix y Maruja, en el viaje a Madrid con motivo de la euromanifestación del 14 de mayo de 2009.
Medalla al Mérito en el Trabajo.
Estos días, los vecinos/as de las comarcas mineras, y los hombres y mujeres de las Comisiones Obreras, dentro de la difícil situación que vivimos de crisis económica y desempleo, tenemos un motivo de alegría. Se reconoce la labor de uno de los nuestros, por las libertades y la justicia social. El Ministerio de Trabajo e Inmigración, ha concedido la Medalla al Mérito en el Trabajo, al compañero Félix Alberdi Gómez, por una vida dedicada al trabajo y al mundo sindical, por su conciencia de clase, que no se doblegó ni en las épocas más difíciles y oscuras de nuestra historia reciente.
Nacido en la localidad vasca de Arechavaleta, en 1932, la represión franquista tras la Guerra Civil, le obliga a buscar refugio en casa de unos familiares en Langreo. A los 9 años comienza su vida laboral, como criado, y a los 17 entra a trabajar en la mina. Las duras condiciones y los constantes problemas laborales, le hacen incorporarse al Partido Comunista de España y en 1958, participar de la primera comisión de obreros, que se constituye en el Pozu Lláscares (hoy Pozu Candín).
Activista en las Huelgas de 1962, es desde entonces, varias veces detenido, torturado y desterrado, por “delitos” contra el orden público, amenazas y coacciones o por propaganda ilegal. Eufemismos, bajo los que se escondía la autoridad franquista para reprimir, lo que hoy conocemos, como actividad sindical. Pues en aquellos tiempos, a los sindicalistas en España, se les castigaba con cárcel ó exilio, por hacer eso, sindicalismo.
Así, entre otras penas, por repartir octavillas con el siguiente texto, fue condenado a dos años y cuatro meses de prisión: “MINEROS!! Nos encontramos actualmente en la etapa de la lucha de clases, motivado por la salvaje explotación, y engaño a que somos sometidos por el capital que no conforme con la miseria que nos paga y las condiciones de vida que nos impone, aún quiere que nos apretemos más el cinto”. Escrito hace cuarenta años, y hoy rabiosamente actual.
En 1976, tras grandes movilizaciones y huelgas, fueron readmitidos en la mina, los despedidos por causas políticas o sindicales. Picador de primera, será jubilado, por incapacidad laboral en 1982.
Comenzando una dilatada colaboración, que aún hoy continúa, con múltiples responsabilidades en la Federación de Pensionistas y Jubilados de CCOO. Sin ir más lejos, una semana antes de recibir la Condecoración en Delegación de Gobierno, se manifestaba ante la misma, para exigir la descongelación de las pensiones el próximo año.
Y es que ha sido fiel, a su palabra. Al compromiso suscrito con sus compañeros de trabajo, aquellos que colaboraban con la caja de resistencia, cuando desde la Prisión de Carabanchel, les escribía “… la situación económica de la familia sería insostenible de no ser por vuestra ayuda, que no olvidaré y que siempre sabré agradecer con mi plena entrega a la lucha”. Sus compañeros/as y camaradas damos fe de ello. Y hoy los que estamos en deuda con él, somos nosotros/as. Gracias, Felichu, por tu ejemplo. Y por el de Maruja Ramos, tú mujer, pues sin ella, como bien dices, no se puede comprender esta vida de militancia.
jmzapico@asturias.ccoo.es