El terrorismo machista asesina a
mujeres por el hecho de serlo. En lo que va de año son 76 las mujeres que han
matado. En los últimos diez años, casi 1.400 mujeres.
La violencia de género, que afecta directamente
a la mitad de la población, debe de ser tratado como lo que es, una cuestión de
estado para destinar todos los recursos que sean necesarios a la prevención y a
la protección de las mujeres maltratadas y menores. Para acabar con la
impunidad.
En lo laboral; la brecha salarial,
la diferencia de trato en el empleo, las dificultades para conciliar la vida
laboral con la personal y familiar, son también parte importante de la
desigualdad estructural que limita de partida a las mujeres, menos presentes en
el trabajo asalariado y en ámbitos de decisión. Y por lo tanto menos libres,
menos independientes.
En
todo caso, un orden sistemático de dominación patriarcal y capitalista, que anula
en la práctica a la mujer como persona con derechos civiles, y que ante su
expresión más salvaje, el asesinato, limita la cuestión a “asuntos domésticos o
de familia”, al ámbito de lo privado.
Sin
embargo, no es un problema exclusivo de las mujeres ni debe quedarse de puertas
adentro. Una sociedad avanzada y justa no puede serlo si niega sus derechos
fundamentales a las mujeres, de ahí que nos afecta a todas las personas de bien,
pues es una cuestión democrática de primer orden. Por lo que te animamos a
participar en la movilización convocada por el movimiento feminista, que ha de ser
histórica, como un #NiUnaMás, un #NosQueremosVivas, de toda la sociedad que tendrá
lugar en Madrid el próximo 7 de noviembre.
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