LA MOVILIZACIÓN CONTINÚA



Este mes, me hubiese gustado llamar vuestra atención sobre la visita de un “peregrino” que ha costado al Estado millones de Euros y que pagaremos con nuestros impuestos. Sobre la vergüenza que me da un Gobierno, que olvida que España sigue siendo la potencia administradora del Sahara, y que mira hacia otro lado mientras un dictador marroquí saquea las tierras y mata a nuestros hermanos/as saharauis. Que el PSOE, PP, CIU Y PNV se han unido para que la ley electoral siga haciendo que esta democracia no sea real, pues un voto no vale lo mismo en función de dónde se emita y que organización lo reciba. En concreto a PSOE y PP le sale el diputado a 65.000 votos, a IU por medio millón, ahí es nada.


Pero me limitaré a lo estrictamente sindical. Fieles a nuestro compromiso, adquirido a través de la Huelga General del pasado 29 de septiembre, convocamos de nuevo el 15 y el 18 de diciembre, a la clase trabajadora a movilizarse y así será hasta que el Gobierno rectifique.
No sirve con cambiar a las personas que lo conforman. Lo que hay que cambiar son sus políticas. Tenemos que recuperar derechos y defender el Estado Social. Para ello, llevaremos a cabo en todo el país movilizaciones para exigir que se retire la reforma laboral que sólo ha servido para destruir empleo y aumentar los beneficios de la gran patronal. Hay que evitar que se congelen las pensiones en el 2011 y quitarles la intención de retrasar la edad de jubilación a los 67 años. Recuperar el salario de los empleados públicos y garantizar la protección social de las personas que han perdido sus puestos de trabajo.
No tiene sentido ningún proceso negociador hasta que estas demandas sean atendidas. En definitiva el conflicto sigue abierto y la movilización continúa.


Y así le hubiese gustado al compañero Marcelino Camacho. Hace ahora aproximadamente un año, con motivo de la inauguración de la calle que lleva su nombre en Langreo, su hija Yenia Camacho nos leía la carta que nos enviaba, en agradecimiento por aquella iniciativa, finalizando aquellas letras, con la firme voluntad de situar a los trabajadores/as y sus organizaciones de clase, a la ofensiva. Nos decía que había que salir de esta crisis con más derechos y más igualdad. Seguimos tu ejemplo, compañero: ¡Que así sea!

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